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Hay que profundizar en las propuestas del turismo en baleares tras el éxito del análisis de la problemática

He leído con mucho interés el estupendo estudio sobre la Sostenibilidad Social del Turismo en Mallorca 2024 del grupo Fundament. Poco que añadir.

Creo que a través de todos los estudios y análisis realizados por varias entidades de Mallorca se empieza a definir la problemática que subyace en la sociedad mallorquina con respecto al turismo. De cada vez más, las conclusiones van acercando las distintas visiones y por ello creo que ya se puede avanzar en la realización y debate de propuestas.

Quizás el primero que lo ha hecho con mucha repercusión mediática, precisamente, ha sido Don Gabriel Escarrer, fiel a su estilo de atacar los problemas de frente. En su “¿Hacia la segunda balearización?” aporta su reflexión y puntos de vista sobre las causas de la problemática turística analizada y vierte sus críticas especialmente hacia el alquiler vacacional. Dando sus razones y opinión.

Como era de esperar, la respuesta del alquiler vacacional no se ha hecho esperar y se han empezado a lanzar dardos mutuamente. No es la mejor manera de encontrar las soluciones consensuadas necesarias, pero sí que ayuda a potenciar todos los puntos de vista, en el que han entrado también los cruceros, y así poder empezar a buscar soluciones dentro del fragor de la batalla.

Este largo período de debate y propuestas, me ha encaminado a buscar puntos que aún podrían enriquecer las reflexiones, y he notado que faltaba otro aspecto secundario a añadir a la reflexión: el educativo y social.

¿Por qué aumenta tanto la población mallorquina? Está claro que no es un aumento demográfico, sino migratorio. Llegan continuamente numerosos grupos de inmigrantes de innumerables países y de todos los continentes, atraídos por la posibilidad de encontrar trabajo fácilmente y buscando una mejor situación social para ellos. Esta avalancha de inmigrantes, al llegar a la isla, lo primero que tienen que hacer es buscar una vivienda, por simple que sea, para poder iniciar su actividad laboral. Este hecho ha agravado el problema habitacional que ya está bastante tensionado (caravanas, chabolismo,…) y complicándolo aún más, creando problemas a los empresarios para encontrar mano de obra y abrir sus establecimientos.

Pero, la pregunta es ¿por qué son necesarios tantos inmigrantes para que exista la suficiente fuerza laboral que permita el funcionamiento del sistema turístico? ¿no hay mano de obra suficiente en la isla para abastecer esta demanda que sirve de llamada a tantos inmigrantes extranjeros?

La respuesta generalizada encontrada es: los jóvenes de aquí no quieren trabajar en el sector turismo, creen que es mucho trabajo, que exige mucho esfuerzo y horas, que te quita tiempo de ocio y de descanso, tienes que trabajar en festivos,… a lo que yo añadiría la mala imagen que se ha generado entre los jóvenes sobre el turismo, como fuente de problemas, de invasión, etc., y se ha inculcado, en algunos, el espíritu de la turismofobia.

¿No es aquí dónde deberíamos trabajar desde el sistema educativo y los medios de comunicación en general, en cambiar esta mala imagen del turismo que se va generando entre los jóvenes? ¿No es curioso que en la Facultad de Turismo de la UIB o en escuela Felipe Moreno haya cada curso menos candidatos a estos estudios que conocieron un gran esplendor en decenios anteriores? La política del esfuerzo va menguando entre las nuevas generaciones y esto no es bueno para nadie.

Quizás con este pequeño granito de arena, además de todo lo dicho, también ayudaríamos a amortiguar el problema de la vivienda y a disminuir la presión migratoria con todos los problemas culturales y sociales que ésta conlleva.

Añadamos más ideas al debate.

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